Los retos que ha enfrentado la educación tras la pandemia de COVID-19 revelaron la necesidad urgente de aliar las tecnologías y los recursos humanos para transformar los modelos educativos y construir sistemas de aprendizaje más inclusivos, abiertos y resilientes. En este sentido, la UNESCO apoya el uso de la innovación digital para ampliar el acceso a las oportunidades educativas y crear vías de aprendizaje mejoradas por las TIC, reforzar los sistemas de gestión de la educación y dar seguimiento a los procesos de aprendizaje.

La inteligencia artificial (IA) tiene el potencial de abordar importantes retos en la educación, además de aportar innovación a las prácticas de enseñanza y aprendizaje. Al mismo tiempo, su aplicación debe guiarse por los principios de inclusión y equidad. La UNESCO se centra en el papel de la IA que aborda las desigualdades relativas del acceso al conocimiento, la investigación y la diversidad de las expresiones culturales para garantizar que no se amplíe la brecha tecnológica dentro de los países, y entre ellos.

La transformación digital en el ámbito educativo es un fenómeno que ha ganado impulso, pero que sigue siendo un reto para Latinoamérica. Recientemente Mariano Jabonero, secretario general de la OEI advirtió que “la digitalización de la educación es necesaria, pero no suficiente”, esto sucedió en el foro #LaEducaciónNosUne promovido por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo de América Latina – CAF. En su intervención, centrada en la necesidad de potenciar la innovación pedagógica en un mundo ya digitalizado, Jabonero destacó la importancia de contar con suficiente infraestructura y recursos tecnológicos para abordar la transformación digital educativa necesaria en la región, además hizo énfasis en que la digitalización debe ir de la mano con sistemas educativos que fomenten el desarrollo de metodologías más experienciales. Jabonero también resaltó la necesidad de revisar los currículos, implementar recursos educativos innovadores y adoptar nuevos modelos de gobernanza digital.

De esta manera, la región debería orientarse hacia un modelo educativo que priorice los aprendizajes significativos. Más allá de la simple digitalización del sistema, los organismos y las instituciones educativas deben abogar por una verdadera y profunda transformación pedagógica, imprescindible para una sociedad digital.

Sirva este marco como referencia para destacar la valiosa perspectiva del vicerrector Oswaldo Sifuentes, quien opina que, en temas de transformación digital, la Universidad Continental está comenzando, pero lo está haciendo pasos firmes.

Sifuentes nos brindó su opinión respecto al impacto de la transformación digital en la realidad actual comentando que el cambio y las modas siempre han estado presentes y que, por ende, la transformación digital no es nada nuevo. Para el Vicerrector, la transformación digital está guiada por los cambios tecnológicos:

“La transformación digital va tomando cuerpo debido al avance acelerado de la tecnología, esto ha promovido cambios radicales en la forma en que hacemos las cosas: el cómo pedimos un taxi, cómo compramos una entrada para el cine, la forma cómo sacamos una cita para ir al hospital; lo más importante no es la tecnología, la tecnología es simplemente un accesorio que utilizamos para facilitarnos las cosas”.

Y puso como ejemplo la transformación que ha vivido el sector del transporte privado: “ahora mismo existen alrededor de 5 aplicativos diferentes para pedir un taxi, las personas que manejan taxis se han tenido adaptar, no les quedó otra alternativa porque es la nueva forma; hoy en día las personas sienten que es más sencillo y más seguro tomar un taxi por aplicación, porque todo queda registrado y puedes compartir con cualquier persona tu ruta, entonces hay mayor seguridad y mayor facilidad, además de que el vehículo llega a la puerta de mi casa”.

El Vicerrector enfatiza que la pandemia actuó como un catalizador para la adopción masiva de tecnología en el ámbito educativo, ya que el confinamiento obligatorio llevó a una rápida transición hacia entornos virtuales de enseñanza y aprendizaje.

Este cambio repentino, fue necesario para garantizar la continuidad de los procesos académicos en un contexto de restricciones de movilidad y distanciamiento social. La imposibilidad de asistir físicamente a las aulas, convirtió a la tecnología en un recurso indispensable para facilitar la interacción entre docentes y estudiantes, así como para proporcionar acceso a los contenidos educativos desde cualquier lugar.

Asimismo, el vicerrector destaca que esta aceleración en el uso de la tecnología educativa también se vio reflejada en la implementación de herramientas digitales para la capacitación de docentes y en la adaptación de metodologías pedagógicas tradicionales a entornos virtuales:

“La pandemia nos obligó a transformarnos porque estuvimos 2 años encerrados en nuestras casas; los chicos no podían ir a la universidad, el perder dos años de estudio hubiera sido fatal, entonces rápidamente todas las instituciones educativas de todos los niveles, tuvimos que implementar herramientas tecnológicas y capacitar a los profesores de forma acelerada; la pandemia aceleró el uso de la tecnología en la educación”.

Este proceso de transformación, aunque desafiante, demostró la capacidad de adaptación y resiliencia de las instituciones educativas ante situaciones adversas. “Si no hubiera habido pandemia, no estaríamos hoy día en el nivel de avance que tenemos de uso de tecnología en la educación”, nos compartió Vicerrector.

Una perspectiva destacada del Vicerrector, es que lo que hoy se conoce como transformación digital es básicamente el usar de forma intensiva las nuevas tecnologías para facilitar las cosas, reducir tiempos y mejorar el nivel de satisfacción de los usuarios.