Esta es una de las mayores dudas de las instituciones que se encuentran en proceso hacia la transformación digital. Aún cuando son muchas las ventajas que está trayendo la modalidad online, una de las desventajas más grandes en un sistema de admisión online no supervisado es el riesgo de fraude, por lo que surge la necesidad de verificar que el postulante sea quien realmente realice el examen, asegurar que nadie se haga pasar por él y que no que le puedan facilitar las respuestas. Para evitar estas faltas surge la solución de Proctorizer.