¿Puede ChatGPT resolver correctamente los exámenes online?

ChatGPT está revolucionando la forma en que la humanidad resuelve problemas. Esta potente inteligencia artificial desarrollada por OpenAi y lanzada en noviembre del 2022, es capaz de generar respuestas en 95 idiomas de una forma increíblemente rápida, en una experiencia más parecida a una conversación con otra persona, que una interacción entre un humano y una máquina.

Su nombre proviene de la abreviatura de Generative Pre-trained Transformer, este chat fue entrenado utilizando un enfoque de aprendizaje profundo (Deep Learning); este tipo de aprendizaje funciona por refuerzo y por prueba y error. En su fase inicial, se le proporcionó una gran cantidad de datos de texto extraídos de internet hasta el 2021, lo que le permitió aprender sobre una gama prácticamente ilimitada de temas y estilos de escritura.

Posteriormente, fue afinado mediante la retroalimentación de expertos humanos que calificaron sus respuestas. Esto ayudó al chat a mejorar su capacidad para generar respuestas coherentes y útiles en un lenguaje tan similar al de los humanos, que hoy por hoy se vuelve prácticamente indetectable.

En lo que respecta a los avances más recientes, ChatGPT ha experimentado mejoras en su capacidad para comprender y generar texto de manera cada vez más precisa, también ha tenido mejoras que le han permitido reducir la cantidad de respuestas inapropiadas o sesgadas y se ha trabajado en la incorporación de mecanismos de control de estilo y tono para que los usuarios puedan personalizar aún más las respuestas que le solicitan.

Estos avances y la rápida adopción en sectores como el de la educación superior han suscitado una serie de cuestionamientos en el ámbito universitario; uno de los más relevantes es si ChatGPT tiene la capacidad de resolver de manera precisa los exámenes en línea emitidos por éstas instituciones.

Y es que entre los estudiantes, el contar con un asistente virtual capaz de proporcionar respuestas rápidas y precisas a preguntas académicas, ha generado que quienes buscan una ventaja en sus estudios exploren maneras de utilizarlo durante exámenes online o para realizar trabajos o tareas de investigación sin tener que invertir las horas y el trabajo de estudio y pensamiento crítico que es la base en la formación profesional.

Esta tendencia plantea cuestionamientos éticos sobre la integridad académica de los métodos de evaluación en línea y es aquí donde surge una fuerte necesidad por salvaguardar la autenticidad del aprendizaje, pues si no se implementan medidas a priori, puede afectar la reputación de las instituciones educativas.

A la fecha en que se está publicando este artículo, las universidades se encuentran en una encrucijada, debatiendo cómo abordar el creciente uso de la tecnología artificial generativa y las herramientas de fácil acceso como ChatGPT para garantizar que la educación siga siendo un proceso genuino y valioso para todos los estudiantes.

La cuestión es que, aunque ya se cuentan con plataformas como Moodle que brindan muchas posibilidades de generar variaciones de tal forma que cada estudiante tenga un examen distinto, eligiendo al azar entre el banco de preguntas y variando los datos para cada estudiante, no es suficiente ya que ChatGPT es capaz de dar respuestas coherentes y personalizadas en apenas unos segundos y estas respuestas difícilmente se pueden distinguir con herramientas de detección de plagio.

¿Puede ChatGPT resolver correctamente los exámenes online?

Para abordar esta pregunta es importante primero saber si ChatGPT es mejor que otras formas anteriores de Inteligencia Artificial al momento de responder preguntas rápidamente.

Si comparamos a ChatGPT con el asistente de Google, que puede respondernos diversas preguntas en nuestro teléfono, podremos ver que el asistente comprende nuestra pregunta al punto de buscar páginas web que puedan ser de utilidad, como acto seguido, el usuario debe explorar cada web hasta encontrar la respuesta que busca, lo cual puede ser tedioso y requiere tiempo. 

En cambio, ChatGPT responde la pregunta de forma coherente en segundos. Esta situación es similar a la interacción y búsqueda que haría un estudiante para obtener respuestas durante un examen. No se está considerando una interacción o un entrenamiento previo de ChatGPT.

En este ejemplo hicimos esta pregunta típica en una evaluación de un examen de medicina de tercer grado:

“Describe el ciclo cardíaco completo, incluyendo las cuatro fases principales y las válvulas cardíacas implicadas, además indica cómo se relaciona este ciclo con la presión arterial”

Esta fue la respuesta del asistente de Google:

Y esta fue la respuesta de ChatGPT; esta herramienta es capaz de brindarnos en minutos o segundos una respuesta coherente y bien estructurada, según la información que tiene a su disposición. Este tipo de respuestas son suficientes para pasar el examen de medicina:

Ahora veamos si ChatGPT es capaz de responder de forma adecuada a esta pregunta, que el sitio PrepScholar calificó como uno de los problemas más difíciles de matemáticas del SAT de 2016.

La pregunta que le hicimos fue: 

Esta es la respuesta que se obtuvo. En principio, debo comentar que los incisos y los superíndices no los identificó, y aunque cambié el formato, la respuesta que me dio no fue la adecuada en las dos ocasiones, incluso el chat pidió disculpas por haber dado una respuesta incorrecta:

La respuesta correcta es esta:

Recordemos que ChatGPT es una herramienta generación de texto que requiere de un entrenamiento previo para ser cada vez más acertado en las respuestas que emite a cada usuario. Con base en la pregunta que hicimos, sin darle nada de contexto o información previa, se puede concluir que los cálculos matemáticos son un punto que difícilmente podrá realizar de forma correcta a la primera. En este sentido, si un estudiante confía todas las respuestas de un examen matemático a ChatGPT difícilmente pasará la prueba.

Sin duda ChatGPT representa un avance asombroso sobre la forma en la que se puede interactuar con la inteligencia artificial para obtener respuestas, además si se le confronta con el error, pide disculpas y algunas veces intenta resolverlo.

Sin embargo, ChatGPT no es exacto, no hace ni lo sabe todo y brinda respuestas erróneas de forma repetida cuando no se le ha dado información que le permita aprender

Utilizar esta herramienta sin entender cómo funciona y qué necesita para dar las respuestas adecuadas puede representar un riesgo en el sentido de que puede afectar el desempeño de los estudiantes durante un examen o un trabajo de investigación.

 

¿ChatGPT es un peligro para las universidades?

Indagando en la web, sobre el riesgo que representa para la integridad académica el uso de Inteligencia Artificial Generativa (como ChatGPT), podemos encontrar un sin número de artículos periodísticos mostrando la preocupación actual en las instituciones, se encuentran titulares alarmantes como:

“Esta prestigiada universidad francesa prohibe el uso del ChatGPT o de IA”
“Efecto ChatGPT: las universidades cambian sus formas de enseñanza”
“ChatGPT es una máquina de desinformación”
“La Inteligencia artificial no tiene límites: aprobó un examen de ingreso en una destacada escuela de negocios”
“El ChatGPT en las aulas: ¿peligro de plagio o señal de que la educación debe cambiar?”

Lo cierto es que el camino y el avance de la Inteligencia Artificial Generativa está siendo realmente asombroso y es muy probable que dentro de poco tiempo empecemos a convivir con sistemas que puedan resolver correctamente problemáticas más complejas. Esto significará necesariamente un cambio en la forma en la que se enseña y se evalúa el aprendizaje.

Yo rescataría de los titulares en los medios, éste: “No podemos prohibir Chat GPT: hay que enseñar a usar bien esa tecnología”.

La inteligencia artificial obliga a repensar cómo proteger la integridad académica durante los exámenes y los trabajos de investigación.

¿Cómo se puede controlar el uso de ChatGPT en la educación en línea?

Proctorizer es un innovador software de supervisión remota que está cambiando la forma en que se aborda la deshonestidad académica, particularmente en lo que respecta al uso de herramientas de Inteligencia Artificial Generativa como ChatGPT.

La capacidad de Proctorizer para detectar y prevenir el uso de estas herramientas puede ser considerado un salvavidas que asegura un entorno de aprendizaje justo y honesto.

Una de las características que permiten que Proctorizer proteja del uso inadecuado de herramientas de IA, es su capacidad para restringir el acceso a sitios web y aplicaciones durante tareas escritas, investigaciones y exámenes en línea. Esto significa que los estudiantes no pueden recurrir a ChatGPT u otras herramientas similares para obtener respuestas o completar tareas de manera deshonesta.

Además, Proctorizer realiza un monitoreo constante de la sesión del examen utilizando el reconocimiento facial y la grabación de pantallas de escritorio para detectar cualquier uso de recursos no autorizados, como teléfonos celulares y otros dispositivos que podrían utilizarse para obtener ayuda externa.

Otro aspecto destacado de Proctorizer es su capacidad para evitar atajos de teclado comunes, como copiar y pegar, lo que refuerza aún más su capacidad para mantener un ambiente de aprendizaje justo.

En conclusión, Proctorizer es una herramienta eficaz para impedir el uso de ChatGPT y otras herramientas de Inteligencia Artificial Generativa, ya que durante las tareas escritas y los exámenes en línea, Proctorizer puede:

1. Restringir el acceso a sitios web, aplicaciones y extensiones de redacción de contenidos con inteligencia artificial.
2. Revisar la sala para detectar uso de recursos no autorizados, como teléfonos celulares y otros dispositivos.
3. Grabar la pantalla de escritorio para identificar si el estudiante accede a recursos o aplicaciones no autorizadas.
4. Evitar atajos de teclado como copiar y pegar.
5. Emitir reportes de la supervisión con evidencias detalladas que alertan e informan a los profesores cuando un estudiante ha cometido algún tipo de falta.

Nuestro sistema se ha convertido en una herramienta esencial que está ayudando a las instituciones educativas de Latinoamérica a garantizar la integridad de sus evaluaciones en línea, al tiempo que protegen la calidad del proceso educativo y promueven la honestidad académica en un mundo que cada vez se acostumbra más al uso de las inteligencias artificiales.

¿Le interesa conocer cómo Proctorizer puede ayudar a su institución a mejorar el uso de la IA mientras protege la integridad académica y sus exámenes online? Contáctenos aquí