Existen ya regulaciones legales con el propósito de resguardar la privacidad de la información. Las consideraciones para el desarrollo de exámenes supervisados se basan fundamentalmente en el interés legítimo de las instituciones de implementar este tipo de evaluación y la transparencia de estos procesos hacia los estudiantes.
Sobre la legitimidad de su aplicación, se recomienda grabar las evaluaciones únicamente cuando el caso lo amerite, su activación es exclusivamente durante el tiempo que dure el examen y la retención de dicha información debe ser limitada.
Proctorizer cuenta con una política de eliminación continua de datos, no preserva información personal del proceso de supervisión del examen a largo plazo.
Los estudiantes deben ser guiados sobre cómo funcionan los sistemas, qué tipo de información será recopilada y en algunos casos, tener la opción de solicitar una copia de la misma.
Por último, la inteligencia artificial es un apoyo para el docente en la supervisión remota pero al momento de evaluar se aconseja que se encargue de revisar las evaluaciones para no dejar a un lado el criterio humano al momento de calificar.