La rápida transformación hacia la educación en línea, impulsada por hitos como la pandemia en 2019 y el crecimiento acelerado del uso de herramientas de IA generativa, ha significado cambios radicales en la forma en que las instituciones de educación superior realizan sus evaluaciones. Anteriormente las pruebas presenciales se supervisaban rigurosamente para garantizar la integridad del proceso, asegurando que cada estudiante trabajara de manera individual y sin acceso a recursos no autorizados. Sin embargo, con la transición hacia lo digital, las trampas han evolucionado de formas inesperadas. Lo que alguna vez fueron fórmulas escritas en la palma de la mano, ahora se ha transformado en prácticas mucho más sofisticadas, donde los estudiantes aprovechan las tecnologías circundantes para obtener ventajas injustas. La cruda realidad es que los estudiantes siguen encontrando diversas formas de hacer trampa durante los exámenes en línea, generando una serie de malas prácticas que pueden poner en riesgo la calidad y prestigio institucional. 

Es un hecho que la transformación digital educativa demanda accesibilidad y la adopción acelerada de nuevas metodologías para la enseñanza y el aprendizaje. En este sentido, Proctorizer nuestra herramienta de supervisión de exámenes online, ha sido un aliado fundamental para detectar y prevenir estas malas prácticas, ayudando a más de 100 instituciones el Latinoamérica. A continuación, exploraremos algunas de las principales irregularidades que hemos identificado, destacando la importancia que tiene el mantener la integridad y equidad en el proceso de evaluación en línea.